María Fernanda Zuluaga considera la pintura como un ejercicio del pensamiento. Busca lo pictórico en el mundo cotidiano y con sus hallazgos trabaja una especie de ensamblaje. La reunión de diversos elementos pretende tanto la recontextualización de distintas aproximaciones al mundo en un mismo plano, como la coexistencia de diversas miradas a la pintura.
Si bien la artista no tiene la intención de connotar aspectos de una cultura masiva, en los trabajos de esta exposición usa como soporte telas estampadas en forma industrial. Con ellas replantea la noción de texto en blanco, y confiere al soporte la dimensión de un espacio figurado. Los motivos son evocaciones que distan de la nostalgia y que remiten al espacio de las cosas cotidianas: la risa, los amigos, el azar.
Sobre el soporte adiciona recortes de láminas de acrílico transparente ensambladas con tornillos. Estas láminas resultan ser la abstracción de pigmento, considerado por tradición como inherente a la pintura. La idea alude con ironía a la noción de esencia, como algo que define las cualidades constitutivas de un ser. El color se transforma en una idea que puede materializarse de muy diversas formas e incluso, contradecir su definición convencional. Por medio de una operación que superpone una forma plana y transparente a una base bidimensional, Zuluaga transforma un ejercicio de ensamblaje en un hecho pictórico.
La última fase del proceso consiste en la superposición de pequeñas pinturas fragmentadas, realizadas en acrílico, carbón y tinta sobre tabla, que para ella son sinónimo del mundo interior de la obra. Si el resto del trabajo ha tenido un tono festivo, ajeno a la vivencia íntima, estas pinturas “según la artista”, “esconden el fondo en la superficie”.
Con respecto a esta idea D. Dezeuze y L. Cane afirman que el código de la perspectiva se opone a la producción de superficies, a su multiplicación y consolidación. El desmontaje de este código no implica la abolición de toda profundidad, sino únicamente la de profundidad de carácter teológico”. El recurso que se ha utilizado para evitar una aproximación al arte meramente epidérmica, al suprimir la noción de tercera dimensión, ha sido el de la yuxtaposición. Mediante este recurso, María Fernanda Zuluaga reúne diferentes tiempos y pensamientos, replanteando tanto la relación interior- exterior, como la idea de lo pictórico. La interrelación de espacios adyacentes y de planos con connotaciones diversas, confluyen en la búsqueda de presentar lo complejo en la búsqueda de lo visible.
Carmen María Jaramillo
Tomado de texto para la exposición en la Alianza Colombo Francesa. Año 2000.
(Texto publicado en el libro Nuevas propuestas arte colombiano. Alianza Francesa.)
Pinturas vestidas
Alianza Colombo-Francesa
Año 2000
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