“Todos los impulsos instintivos de un animal salvaje están regulados de tal forma que; en definitiva, tienen que contribuir al bienestar propio y de la especie a que pertenece. En su recinto vital no hay conflicto alguno entre apetencias naturales y un "deber" todo impulso interior es “Bueno". El hombre ha perdido esta sincronía paradisiaca”.
Konrad Lorenz
Cuando observamos a los animales como seres ligados a la naturaleza, creando un tejido con ella, vemos que la hace en cierta forma más móvil, más activa y dinámica. Están las flores y las hojas en movimiento por el viento y las abejas sobre ellas construyendo un dibujo desde su vuelo. Está la tierra con los brillos que el sol y el agua producen sobre ella y las hormigas allí caminando en fila, haciendo manchas, puntos, líneas, pinturas móviles, aún más cuando cargan hojas. Está el cielo ancho y profundo y las bandadas de pájaros volando lo convierten en el telón de fondo de un espectáculo mágico. Las aves crean acontecimiento en el cielo.
Al mirar los árboles me interesa encontrar el momento exacto en el que la rama deja de ser rama para convertirse en pájaro y elevarse, y el momento en el que el pájaro deja de ser pájaro para convertirse en rama y mecerse con el viento...
Fragmento tomado del texto
"Homo -Animal" sobre el proyecto “Paisaje Animal” de María Fernanda Zuluaga
Paisaje animal
Fundación LIA
El faro del tiempo
Año 2015
mf.zuluaga20@gmail.com